Entrevista a Paco Casasola
 
En el I Boletín de la Hermandad le hicimos una entrevista a uno de los hermanos que más tiempo lleva perteneciendo a ella, y por falta de espacio en el boletín tuvimos que reducir el contenido, pero no queríamos dejar pasar la oportunidad de contar todo, así dejamos el contenido completo en este apartado.

Entrevista a Francisco Casasola Sánchez

Toda una vida perteneciendo a la Hermandad lleva el hermano que presentamos a continuación, Francisco viene de una familia de profunda raigambre nazarena y ha ocupado cargo en la Junta Directiva durante casi cuarenta años como secretario. Paco es una persona muy querida y respetada dentro de la Hermandad, es por ello por lo que le dedicamos un espacio en este primer boletín, para que nos cuente cómo vive la Hermandad, su devoción y en definitiva lo que ésta significa para él.


¿Cuánto tiempo llevas en la Hermandad?

Llevo desde los diecinueve años inscrito y hasta el día de hoy que tengo 86 años.

¿Has formando alguna vez parte de la junta directiva?

Sí formé parte de la directiva desde los 22 años y estuve aproximadamente cuarenta años como secretario, primero con Antonio Donoso y después con Urbano, con este último estuve 23 años. El anterior secretario era hermano de don Eugenio el médico.

¿Con  Antonio Donoso se hizo alguna obra en los Mártires?

La madre de Antonio Donoso era doña Concha y tenía el contador de la luz puesto en los Mártires cuando su madre falleció se cambió y la titularidad de la luz  se puso a nombre de la hermandad. Antes doña Concha nos dejaba paños y demás para limpiar los Mártires y la mujer de D. Antonio nos dijo que también lo debía comprar la hermandad. También cogíamos flores del jardín de doña Concha para el Quinario y para adornar el paso y tampoco nos dejaron. Por todos estos motivos decidimos nombrar hermano mayor a Urbano.
Al morir el párroco don Pedro dejé los cargos en la hermandad, seguí vinculado a ella pero ya sin cargo.

¿Qué es lo más importante que se hizo con Antonio y lo más importante que se hizo con Urbano?

Se adquirió la imagen actual, ya que la antigua se destruyó en la guerra. La compró el padre de Antonio Donoso, creo recordar que en Madrid.
Se le compraron dos túnicas, una que la tenía para procesionar y la otra que la tenía para vestirle el resto del tiempo. La primera se le compró con Antonio Donoso pero al cabo del tiempo se puso de un color pardo y se desechó. Ya con Urbano se compró la que tiene actualmente para procesionar, quedando la antigua para vestirle el resto del año. La actual la hizo el sastre del pueblo.

¿Cuándo se comenzó a salir por la puerta por la que salen ahora las procesiones?

Se empieza a salir estando Urbano de mayordomo. Antes se salía por la puerta pequeña de la Ermita de los Mártires. Eran unas andas muy pequeñas que llevaban entre cuatro personas. Se hacían varios tramos y se iban turnando los hermanos que se apuntaban. Los tramos eran de los Mártires a
la Calle de las Monjas. De la Calle de las Monjas a las Clarisas. De las Clarisas a la Plazuela. Dela Plazuela pasaba por detrás del Carmen, y en la puerta de Manolita León ahí se hacía otro turno. Desde ahí iba a la Cruz Nueva. y de la Cruz Nueva daba la vuelta a donde tiene el comercio la Valeriana. De ahí volvíamos a la Plaza donde tiene el comercio la María Rita de ahí a las Monjas y por último a los Mártires.

¿Había Nazarenos?

Sí, llevaban  túnicas moradas, pero la mayoría eran negras. Antes no se llevaban capirotes, se utilizaba un pañuelo negro en la cabeza. hasta la década de los cincuenta que fue cuando se comenzaron a hacer los capirotes. En primera instancia lo propuso Antonio Gómez-Bravo Donoso y no se llevó a cabo, pero una vez pensado más detenidamente me encargué yo de elaborarlos.

¿Todavía sigues haciéndolos?

Sí, todavía, ya menos, pero he llegado a hacer sesenta o setenta al año. Unas chicas de Campanario que estaban de maestras cerca Madrid me encargaron un año 35 capirotes, para que procesionasen las muchachas a las que daban clase. Y tuve que hacerlos sin conocer las medidas, explicándoles como podían ensanchar o achicar el capirote.

¿Cómo participabas en
la Semana Santa?
Primeramente vestía a Jesús Nazareno, Miguel Ayuso y yo nos encerrábamos en la sacristía y lo vestíamos, y se le ponía una peluca que llevaba antes, porque nos parecía que era más propio el pelo natural. La peluca que le hicieron era el pelo de mi madre, que tenía una trenza bastante buena y se la cortó y se la hicieron a padre Jesús. Los cordones del estandarte de Jesús Nazareno son los que llevaba el traje de mi padre.
Se dejó de llevar a hombros porque pesaba demasiado y no había suficiente gente para llevarlo, y Urbano donó un coche viejo que tenía y se hizo el primer carro. El resto de procesiones salían a hombros pero también eran muy pesadas y se puso el carro para todas, y los catorce alabarderos que había antes se comprometían a cambiarle de andas, porque antes se les pagaban unas 50 o 60 pesetas o una caldereta.  Las cuotas eran de 5 pesetas al año y de 3 pesetas para los más jóvenes. Los que se apuntaban al tiempo de morir pagaban 15 pesetas, y con eso se pagaba la misa de difunto. Cuando no había quién le dijese la misa, la Hermandad se sacrificaba y pagaba la misa por el difunto. Se avisaba a todos los hermanos diciendo que fulanito había muerto y entonces se acordó que se tocaran 21 campanadas en la Ermita de los Mártires, así sabían los hermanos que había fallecido un miembro de la hermandad, y el día del entierro se mandaba el Estandarte que se ponía en la misa y se obligaba a todos los hermanos a asistir a la misa y a comulgar. El jueves santo por la mañana se comulgaba.

¿Qué significa para ti
la Semana Santa?
Es una cosa que he vivido porque a mí me gustaba. Yo siempre iba ordenando las filas de nazarenos. En la porcesión de la Virgen de la Soledad no había ni una muchacha que no fuese, estaba lleno de gente desde la plaza que estaba la Virgen hasta el Arrabal que estaba Jesús Nazareno. Todos iban vestidos de negro, sin túnica.

¿Qué cambiarías de lo que se hace hoy en día?

Yo no podría cambiar nada, porque es una forma de pensar y de hacer distinta, yo decía a la gente tenéis que ir e iban, ahora se han perdido muchas costumbres. Antes iban todas las mujeres en fila y ahora se ponen detrás de
la Virgen.
Antes las velas la llevaban cada hermano, y si no la llevaba la Hermandad se la vendía.
Los trajes de alabarderos eran propios del hermano que se lo hiciese, de hermanos que tenían promesa se vestían, y el traje era suyo, llegó a haber catorce alabarderos pero después en el 80 o así se trajeron de romano y se trajeron seis y el de cabo y eso se podría llevar a cabo, se podría ver si se dispone de dinero suficiente.

 
 
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